El Estado debe entenderse como el agrupamiento social en un territorio determinado y reconocido, constituido bajo la legitimidad de un poder político público, que abarque normas respaldadas jurídicamente para mantener un orden social.
También puede ser entendido como una organización de la sociedad, con elementos que hacen que no solo el Gobierno y las autoridades manejen y controlen el poder, como en muchos casos se cree, sino que, por el contrario se establezcan parámetros y normas para que se logre establecer una convivencia armónica entre la libertad y el poder.
Elementos que conforman el Estado:
El Territorio es el espacio físico en el que se desarrolla el Estado. El Estado no puede existir en el aire o en el mar, sino que debe haber un espacio terrestre en el que este se pueda desarrollar.
La extensión del territorio varía de una nación a otra. Existen Estados con una extensión territorial bastante amplia, tales como Rusia, la India, China, Canadá, Estados Unidos y Brasil. De igual forma, existen otros Estados con territorios reducidos, tales como Suiza, Sri Lanka, Luxemburgo, Estado del Vaticano, entre otros. Lo que importa realmente no es la extensión del territorio sino la delimitación del mismo. Esto quiere decir que el Estado se debe desarrollar en un espacio terrestre definido, separado de otros Estados por límites claros y precisos.
El territorio de un Estado puede incluir islas. Por ejemplo, el territorio de Corea del Sur incluye la isla Jeju.
Cabe destacar que el territorio de un Estado no sólo incluye el terreno sólido, sino que también incluye el espacio aéreo sobre este terreno, los cuerpos de agua que se encuentren dentro de sus límites (ríos, lagos, mares internos, entre otros).
Del mismo modo, la zona costera (en caso de que la haya) pertenece al Estado. Asimismo, existe la noción de aguas territoriales, lo que quiere decir que la soberanía de un Estado se extiende más allá de sus costas, sobre el mar. De igual forma, el Estado tiene soberanía sobre la plataforma continental, que es la parte del territorio que se encuentra bajo las aguas.
La Población es el conjunto de los individuos que habitan en un momento dado en un Estado, y se encuentran integrados dentro de la concepción del mismo.
Desde el punto de vista jurídico es importante precisar las diferencias que se pueden encontrar en una población, entre ellas el idioma, la identidad y la nacionalidad que es la principal diferencia y la más importante porque además es el factor jurídico determinante de la población, es tal su importancia que es necesario clasificarla en dos grandes grupos: los nacionales y los extranjeros
Entendiendo como nacionales a las personas nacidas o naturales del Estado del cual se trate, por lo tanto, este ciudadano se caracteriza por tener todos los derechos y garantías que consagran las leyes.
Por el contrario los extranjeros son aquellas personas que no son nacidas en el país, ni tampoco se han naturalizado, por lo tanto no gozan de los derechos políticos de los nacionales.
Entonces, la Población sería considerada como el elemento humano que es el objeto fundamental y principal de la actividad del Estado, pues cada individuo es considerado individualmente y cada individuo considerado por sí mismo, da origen a lo que se conoce como población.
La Nación tiene un concepto más emotivo, viene a ser el sentimiento de una solidaridad que vincula a los individuos en su voluntad de vivir en conjunto, un sentimiento ligado a las fibras más íntimas de nuestro ser. Existen diferentes opiniones cuando se trata de distinguir el elemento de este sentimiento; se discute sobre el principio fundamental de carácter nacional, para unos es la influencia de factores naturales: la raza, la lengua; para otros, lo primordial es el elemento espiritual: la religión, las costumbres, los recuerdos comunes, la voluntad de cumplir en conjunto grandes obras.
Los rasgos fundamentales de la Nación con respecto al papel que juega en la formación del Estado pueden ser dos, el primero es que la Nación está por encima de cualquier otro tipo de colectividad, ya sean la horda, el clan, la tribu, la ciudad, pues la colectividad límite, abarca y engloba todas las otras, pero esta no es englobada por ninguna de ellas. El segundo rasgo viene representado por el precedente que nos permite conocer el papel fundamental que juega el objetivo social en el sentimiento nacional, esto es el factor fundamental y decisivo de la solidaridad que une a los miembros del grupo.
El Sistema Jurídico es un elemento imprescindible dentro de la organización de un Estado, y está conformado por el conjunto de leyes que regulan el comportamiento de los individuos de la sociedad. Este sistema permite la creación de los órganos o instituciones que se encargan de aplicar lo consagrado en las leyes, cada órgano tiene una función específica para la administración de justicia.
Dentro de este sistema jurídico compuesto por leyes, la más importante ley y de la que se derivan todas las demás, es la Constitución, ya que la misma establece las instituciones, su composición, funciones y competencias. Es también la llamada Carta Magna, la que establece en su cuerpo todo lo que se entiende por sistema jurídico. Sin la ley o sin el sistema jurídico, el Estado no podría lograr sus fines, ya que la misma es la que legitima la actuación del Estado a través de sus órganos.
El Gobierno es la organización política de un Estado. Este es el elemento a través del cual se formula, expresa y concreta la voluntad del Estado.
El gobierno está constituido por una serie de instituciones que le dan al Estado la autoridad para administrar cuestiones que le atañen, tales como la administración de las riquezas, la optimización de los servicios (educación, salud, protección), entre otros.
En este sentido, el Estado ejerce su soberanía a través de los órganos del gobierno. La división de los órganos del gobierno puede variar de un Estado a otro. Sin embargo, la división clásica incluye tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.
El poder legislativo es el encargado de formular las leyes que regulan el accionar del gobierno y de los ciudadanos dentro del Estado. El ejecutivo es el órgano encargado de reforzar la ley y hacer que estas sean cumplidas por los ciudadanos y los extranjeros dentro del territorio nacional. El poder judicial es el órgano encargado de sancionar a aquellos que no hayan cumplido las leyes.